Dios nos invita a entrar en pacto con Él por gracia a través de la fe en Cristo y cuando lo hacemos nos introduce en la realidad de la Iglesia. Como Cuerpo de Cristo, somos llamados a una misión corporativa, siendo posicionados como catalizadores de la gran comisión. Dios nos ha invitado a aceptar a Jesús como Señor y Salvador
“Acercándose Jesús, les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».”
Mateo 28:18-20 NBLA
Serás entrenado para ser un colaborador de su misión en todas las naciones y preparar el camino para el día que tiene guardado en su corazón: el día de su regreso. Desarrollarás pasión por la Iglesia global siendo parte y honrando el diseño de la Iglesia local.